Cata Viel

Artículo

Hay una sabiduría que vive en tu cuerpo.
Una verdad que no se dice con palabras, pero se expresa con cada gesto, cada movimiento, cada postura.

Y tal vez, hoy, puedas comenzar a notar…
que tu cuerpo no solo refleja lo que sientes
sino que también moldea lo que crees de ti misma.

🌱 Después de los 40, el cuerpo cambia… ¿y tu autoconcepto también?

Es posible que hayas notado que al cruzar cierta etapa de la vida, tu cuerpo ya no responde igual que antes. Las rutinas, las hormonas, los hábitos, la historia… todo deja huella.

Pero lo que muchas veces no vemos es cómo también cambia la forma en que nos paramos frente al mundo.
Cómo nuestra postura, nuestros hombros, nuestra mirada… empiezan a hablar sin que nos demos cuenta.

Y aquí hay una pregunta que puede cambiarlo todo:
👉 ¿Qué dice tu cuerpo de ti cuando no estás hablando?

💡 La Postura Corporal como Espejo Interno

El cuerpo tiene memoria.
Y muchas veces, sin saberlo, adoptamos posturas de protección, de miedo, de retraimiento que refuerzan pensamientos como:

  • “Ya no soy tan atractiva.”

  • “Estoy cansada.”

  • “Me cuesta avanzar.”

  • “No quiero llamar la atención.”

Pero ¿qué pasaría si pudieras modificar esas emociones desde la fisiología?
¿Qué pasaría si el cambio no empezara en la mente, sino en cómo te paras?

💪 PNL y Posturas de Poder: Activa tu Estado Interno

En la Programación Neurolingüística (PNL), existe una premisa transformadora:

La fisiología cambia el estado emocional.

Es decir, si cambias tu cuerpo, puedes cambiar tu emoción.
Y si cambias tu emoción… cambias tu autoconcepto, tus decisiones y tus resultados.

¿Has oído hablar de las posturas de poder?
Amy Cuddy, psicóloga de Harvard, demostró que adoptar durante 2 minutos una postura corporal abierta, expansiva y firme aumenta la testosterona (confianza) y disminuye el cortisol (estrés).
En PNL lo usamos como anclaje fisiológico: actuar como si ya fueras esa mujer segura… para comenzar a convertirte en ella.

👣 Ejercicio: El Ritual de la Mujer que Confía

  1. Ponte de pie, con los pies separados a la altura de las caderas.

  2. Coloca tus manos en la cintura, o sobre tu corazón.

  3. Levanta suavemente la barbilla, proyectando tu mirada al frente.

  4. Respira profundo.

  5. Di en voz alta:


    “Estoy aquí. Soy suficiente. Estoy lista para avanzar.”


Haz esto cada mañana por 2 minutos.
Hazlo incluso cuando no sientas confianza.
Tu cuerpo le enseñará a tu mente.

🧠 Confianza no es lo que tienes, es lo que practicas

Después de los 40, muchas mujeres sienten que ya no pueden comenzar de nuevo.
Pero la verdad es que el cuerpo aún guarda recursos que no has activado.

Cuando te eliges, cuando te paras erguida, cuando hablas con firmeza y te permites ocupar espacio, algo en ti cambia.

Empiezas a enviarte el mensaje:

“Soy una mujer que camina con presencia. Que se elige. Que merece.”

Y así, paso a paso, postura a postura,
vas reconstruyendo tu confianza desde adentro hacia afuera.

✍️ Reflexión final

👉 ¿Cómo estás habitando tu cuerpo hoy?
👉 ¿Qué cambiaría si caminas como si ya confiaras en ti?
👉 ¿Qué pasaría si tu cuerpo fuera el primer paso de tu reinvención?

🌿 Recuerda: la confianza no solo se piensa… se entrena en el cuerpo.

Te invito a comenzar hoy, con un solo gesto.
Porque a veces, una espalda erguida y un mentón en alto, pueden abrir la puerta a una nueva versión de ti misma.

✨ Elige tu cuerpo.
✨ Elige tu presencia.
✨ Elige confiar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *